El espacio urbanístico del siglo XIX
Tras el fin de la edad barroca encontramos el período neoclásico y el eclecticismo del siglo XIX, con todos sus numerosos revivals en los que el más deteriorado romanticismo literario se casa con la ciencia arqueológica.
Los grandiosos ambientes estáticos antiguos se convierten ahora en pequeños cubos yuxtapuestos estáticamente, mas sin grandiosidad; y si el edificio del último Renacimiento podía, tal vez, pecar de retórico, el hotelito es siempre raquítico, mutilado, mezquino, cerrado, sórdido.
El siglo XIX, por lo menos, intentó encauzar el desastre urbanístico, aclaró los problemas y propuso las primeras soluciones a la ciudad moderna.
La "planta libre" y el espacio orgánico de la edad moderna
Los ideales, la historia y las conquistas de la aqruitectura moderna han sido expuestos exhaustivamente por Pevsner, Behrendt y Giedion, y han sido resumidos en Italia en el ensayo Storia dell´architecttura moderna. El espacio moderno se funda en la planta libre. La exigencia social que ya no plantea a la arquitectura temas áulicos y monumentales, sino el problema concreto de la casa para familia media, o la vivienda obrera y campesina.
La arquitectura ecléctica había recubierto temerosamente esta estructura cristalina con la envoltura mural antigua, a fin de imitar la solidez y la consistencia plástica, que habían sido tan caras a la cultura del Renacimiento. La arquitectura moderna vuelve a proyectar el sueño gótico en el espacio y, explotando con acierto la nueva técnica para realizar sus intuiciones artísticas con extrema adhesión.
El espacio moderno reasume pues la voluntad gótica de una continuidad espacial y de una descarnadura edilicia, pero no ya como objetivo final dentro del cual se puede insertar el elemento dinámico, sino más bien como consecuencia de una reflexión social.
El movimiento contemporáneo adopta asimismo del Renacimiento y del Barroco, la lección de la riqueza expresiva indiviudal.
La arquitectura funcional respondió en América y en Europa a las inmediatas exigencias mecánicas de la civilización industrial.
El espacio orgánico es rico en movimiento, en indicaciones direccionales, en ilusiones de perspectiva, en vivas y geniales invenciones, pero su movimiento es profundamente original porque no tiene por objeto impresionar el ojo del hombre, sino expresar la acción misma de su vida.
martes, 13 de abril de 2010
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